viernes, 25 de febrero de 2011

Desde México, con los inmigrantes




Las misioneras combonianas de México se han unido a otras congregaciones presentes en el país para, juntas, firmar un manifiesto que las sitúa al lado de los ciudadanos más vulnerables: los inmigrantes centroamericanos que están de tránsito en México, camino de cruzar la frontera con EE.UU. Ésta es la declaración, publicada en la página de Centros de Estudios Ecuménicos.


"Las Superioras Mayores de las diferentes Congregaciones Religiosas de la República Mexicana, reunidas el día 12 de febrero 2011 en la Sede de la CIRM (Conferencia de Superiores Mayores de México, A.R.), conociendo la situación de continua agresión, secuestros, robos y operativos improcedentes que sufren los y las migrantes (especialmente centroamericanos) en su tránsito por la República Mexicana, y conociendo también, las amenazas de muerte a las personas de diferentes organizaciones que prestan acogida y apoyo a nuestros hermanos y hermanas migrantes así como el injusto propósito de destrucción de los Albergues de Acogida,

Nos pronunciamos con energía y solidaridad cristiana,

Por reclamar un trato humano a todos los y las migrantes y exigimos al Gobierno y a todas sus dependencias, respuestas concretas para asegurar la vida y atenciones necesarias a los migrantes en su paso por nuestro país, y exigimos también, salvaguardar la integridad de la vida y servicios de todos los que apoyan con su acogida y dedicación, ese tránsito de migrantes."

Sobre las migraciones



Arcadi Olivieres es un economista español y un reconocido activista por la justicia social y la paz. En estos dos videos explica, con datos e informaciones contrastadas, el origen de las migraciones humanas y cómo deberíamos acoger a los inmigrantes. En el segundo video comenta también la situación política y económica de Guinea ecuatorial.




Honestidad.Libertad. Y un sí



El encuentro de este finde ha sido tremendamente especial, por muchas razones, y qué no sé si voy a ser capaz de poner por escrito. Antes de nada, mis disculpas a los que asistieron por si no logro expresar lo que vivisteis o lo que os resonó más...pero, sobre todo, os doy las GRACIAS por haberos animado a venir y compartir parte de vuestro deseo, intimidad, y experiencia de Dios.

En fin...¡allá vamos!

La hora de comienzo de nuestro encuentro estaba prevista para las cinco  de la tarde del sábado. Algunas llegamos un poco antes y aprovechamos para ponernos al día, después de unos meses sin vernos y cuál fue nuestra sorpresa al ver cómo la pequeña capilla se iba llenando y llenando de caras nuevas. Carmen era la encargada de guiar la oración que daría comienzo a nuestro finde misionero. ¿Cuántas veces no nos tapamos los ojos, la boca, los oídos para quedarnos recluidos en nosotros mismos?¿cómo salir fuera del egoísmo y abrirnos a Dios y a los otros? Volver a nuestra realidad, después de haber estado viviendo durante un par de meses en un país de misión nos descoloca y se necesita un tiempo para hacernos de nuevo a la situación en la que vivíamos antes de viajar. Nunca se vuelve igual y, en ocasiones, es muy complicado transmitir a los demás (a nuestra familia, a nuestros amigos, a los que nos rodean) esa experiencia tan íntima y fuerte y nos entrsitece ver que los demás no se entusiasman como nosotros, ni imaginan  que su ayuda puede ser vital para muchas personas de allí.

Al terminar la oración, hicimos una pequeña ronda de presentaciones para conocernos y explicar qué nos había llevado hasta allí: quiénes éramos, qué esperábamos, cuáles eran nuestros deseos para el nuevo camino que muchos iniciaban. El ambiente era distendido, con mucho buen humor y una buena dosis de comprensión y ternura ante los relatos de vida tan variopintos. Éramos un grupo heterogéneo en cuanto a edades, experiencias y búsquedas, pero creo que ése fue precisamente el regalo de este encuentro.

El testimonio misionero nos vino de una mujer extraordinaria, que nos encandiló a todos sin excepción por su coherencia, sencillez, transparencia y sentido del humor: Puri, misionera comboniana, y enamorada de su tierra de misión, Etiopía. Nos explicó cómo nació y se ha mantenido su vocación misionera a lo largo de los años, mantenida en dos valores inquebrantables que sus padres le transmitieron: la honestidad y el compartir con todos los que se acercaban a aquella casa. La honestidad nos lleva a ser responsables y firmes en las decisiones que libremente hemos tomado. Puri recalcó mucho la relación indisoluble entre estos valores, la libertad y la honestidad que te llevan a dar una respuesta afirmativa a la invitación que Dios te hace. Libertad de sentirse amada tal y como es, sin artificios, sin presiones auto impuestas para ser perfecta. El debate se abrió con nuestras preguntas sobre el vivir en comunidad, la obediencia, sobre qué significa "pertenecer y permanecer" junto al pueblo al que has sido enviado, la experiencia de Dios, los deseos, la felicidad o cómo saber si estamos realmente respondiendo a lo que Dios quiere, incluso nuestras dudas a cerca de dónde está el límite entre nuestra libertad y el segumiento de Dios.


Tras la cena con el resto de la comunidad comboniana, subimos al ático para disfrutar de la película "De dioses y hombres". Benja nos prestó a las chicas unos auténticos ponchos andinos para estar calentitas durante la peli. Tras finalizarla, llevamos a cabo nuestro particular cine-forum en el que discutimos las distintas posturas sobrev la película, las consecuencias que de ella extraíamos y cómo podíamos establecer puntos de unión entre la experiencia extrema de sus protagonistas y nuestras viviencias más cotidianas. También nos dimos cuenta de cómo el testimonio de Puri estaba muy relacionado con los temas que se trataban en la película: libertad, fidelidad, honestidad.


El domingo nos traía un rato de oración y silencio sobre el pasaje de Mateo 6, centrado en la oración y en el Padrenuestro. La hermana Rosario se encargó de situarnos el texto, desmenuzarlo y darnos las claves que podrían ayudarnos a adentrarnos en la oración. Tras el retiro y el compartir final, fuimos a celebrar la eucaristía a la parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe...

Creo que todos nos volvimos a casa cargados de ilusión, sabiendo que poco a poco vamos encontrando nuestro sitio y que hay más jóvenes con los que compartir nuestra pasión por la Misión. ¡¡Ojalá nos veamos el próximo finde de marzo y sigamos caminando juntos!!



miércoles, 23 de febrero de 2011

La ignominia



Ante las revoluciones que están prendiendo en el norte de África, en nombre de la libertad y la dignidad de todos los hombres, a Europa no se le ocurre otra cosa que expresar en voz alta su miedo ante la "invasión" de inmigrantes tunecinos, egipcios, marroquíes y libios. El editorial del periódico El País, no tiene desperdicio a la hora de poner en su sitio a nuestros dirigentes.


"Esta no es la Europa que requiere la revolución que está teniendo lugar en el Magreb y Oriente Próximo. Al silencio y la parálisis con que se recibieron las manifestaciones que acabaron con las dictaduras de Ben Ali y de Mubarak, en Túnez y Egipto, se suma ahora la tibieza de la reacción contra la masacre perpetrada por el dictador libio Muamar el Gadafi. Cuando un tirano lanza tanques y aviones contra los ciudadanos que lo repudian, y entre los que los muertos se cuentan ya por centenares, resulta sencillamente ignominioso que se hable de contención en el uso de la fuerza..."

jueves, 17 de febrero de 2011

"Quiero ser médico...y misionera"


Una vida lograda

Para la presentación de su nueva campaña de sensibilización para el desarrollo que se centra en la lucha contra la mortalidad infantil, la ONG Manos Unidas ha traído a una de esas personas -que ellos alientan y apoyan- sin las cuales el mundo sería un lugar peor. Desde hace 26 años Cristina ha ido incorporando especialidades a su saber para poder atender a los enfermos, empezó trabajando en un hospital de RD Congo a los 26 años como único médico. Ahora, en Camerún, además de ejercer la medicina en el hospital, acude a la selva, donde su congregación tiene once puestos de salud y opera sin esterilizadora, sin luz y con un material quirúrgico rudimentario, pero sigue salvando vidas

P: Dígame qué la hace feliz.

Siendo niña vi una imagen de un hospital en África: “Quiero ser médico, me dije, pero también quiero ser misionera”. Y ahí estoy.

P: Lo mismo trata un paludismo que opera unas cataratas... Atrevida, ¿no?

Cuando vengo de vacaciones aprendo nuevas especialidades, porque allí la necesidad obliga. He operado a niños siguiendo las instrucciones de un libro de medicina, pero si no lo hacía morían.

P:¿Y cuando sale mal?

Me he culpabilizado, pero lo que he aprendido en África es que tienes que fijarte en las cosas buenas que puedes hacer y has hecho si no quieres paralizarte.

P:¿Cómo fue el aterrizaje?

Era como un recién nacido, tuve que aprender hasta a hablar para poder entenderme. Escuchar y observar fue lo primero.

P:En un hospital con un único médico.

Sí, un congoleño que se moría de cáncer y que intentó transmitirme toda su sabiduría. Lo más importante para mí fue el “tú puedes” que constantemente me repetía.

P:¿Qué le hizo ir adquiriendo seguridad?

Otra frase que me han repetido los pacientes cuyas enfermedades crónicas o extremas nos han unido mucho: “A través de tu presencia veo a Dios”, “ a través de tus manos...”, “a través de tus ojos...”. Y me lo dicen incluso sin ser de la misma religión; algo reciben que es grande, y me gusta ser el mensajero.

P:Recogió usted a un muchacho.

Sí, en Camerún. Tenía 14 años, vino a verme con su hermano pequeño, que tenía una conjuntivitis aguda. Le dije que debía haber venido antes y me contestó que eran huérfanos y que había estado trabajando para juntar el dinero que costaba la consulta. No quise cobrarle, pero él se empeñó en pagar.

P:Y se le partió el alma.

Sí, le pagamos los estudios y ahora trabaja en el hospital. Me llama mamá. Cuando quiso casarse tuve que ir a hacer la petición de mano, preparar la dote y acudir a la mezquita el día de la boda.

P:¿Algún aprendizaje?

Libertad interior. Lo importante es la cercanía entre unos y otros, y el amor, más que la confesión concreta que tú tengas.

P:Los misioneros se alejan bastante de los dogmas de la Iglesia católica.

Encontramos problemas muy duros en el día a día que nos exigen dar una respuesta.

P:Dicen que duerme tumbada en el suelo junto a los pacientes.

Cuando la gente lo necesita me doy del todo. Si le da seguridad que le dé la mano toda la noche, se la doy. Eso me hace feliz.

P:Explíqueme momentos de estos 26 años que le hayan hecho evolucionar.

Durante la guerra del Congo los soldados atacaron nuestra comunidad; nos metieron a todas en una iglesia con otros misioneros mientras saqueaban nuestra casa. Lo terrible fue que la población acabó de arrasar con lo que quedaba. En el hospital ocurrió lo mismo, aparatos que yo había traído con muchísimo esfuerzo fueron destruidos.

P:Eso debió de doler mucho.

Sí, pero obtuve grandes lecciones, entendí que es más importante trabajar por ese intangible que es el amor que por conseguir aparatos. Me di cuenta de que quizás no habíamos vivido con la suficiente cercanía e igualdad con la población. Y, por supuesto, aprendí algo muy grande: que la vida la puedes perder en dos segundos.

P:¿Sintió su vida amenazada?

Sí, a la iglesia entraban soldados totalmente drogados pegando tiros para asustarnos. Uno me puso la bayoneta en el pecho, durante diez minutos me gritó y amenazó, quería 2.000 dólares que yo no tenía. No clavó la bayoneta, pero podía haberlo hecho. Así que supe que había vuelto a nacer.

P:¿Qué sentía?

Miedo, pero a la vez una fuerza interior que me hacía seguir de pie y buscar un momento en el que los soldados estuvieran distraídos para salir corriendo con toda mi comunidad y, perseguidas por los tiros, internarnos en la selva.

P:¿Nunca ha llegado a sentir odio?

Sentí rabia hacia esas personas que habíamos ayudado tanto y destrozaron aparatos de los que ya nadie se beneficiaría. Tuve que hacer un trabajo de reconciliación y decidí no rehacer la casa, adaptarme a la situación.


P:¿Cuál era la situación?

Nos habían robado el frigorífico y decidimos no comprar otro; nos habían roto la cocina y decidimos cocinar con carbón..., vivir como ellos. Y entonces ocurrió algo, las cosas nos llovían, venían con gallinas, con huevos, con plátanos... Durante tres meses no tuvimos que comprar nada.

P:¿Qué entendió?

Que habíamos tenido demasiados manojos de llaves y puertas cerradas. Al vivir como ellos se sintieron más cerca de nosotras y se volcaron. Es importante aprender a recibir y olvidar el paternalismo.

P:¿Cómo lleva la muerte de un paciente?

Mal, a veces no puedes ni calmarles el dolor, pero incluso entonces han agradecido mi presencia. La capacidad de aceptación, de, a pesar de vivir ese sufrimiento, no renegar, me parece inmensa.

P:¿Qué hace falta para estar satisfecho de uno mismo?

Realizar lo que llevas dentro y asumir lo que te ocurre. El hoy no lo puedes cambiar, acéptalo y trabaja para cambiar el mañana.

Lo hemos leido en Vivir Fi

miércoles, 16 de febrero de 2011

Ángel Olarán


Ángel Olarán: Un hombre de pueblo from mundo negro digital on Vimeo.

“Sentirme acogido por estos pueblos es de lo mejor que me ha pasado en la vida”, nos dice Ángel, que lleva los últimos 40 años de su vida en África (21 en Tanzania y 19 en el norte de Etiopía) desarrollando iniciativas para mejorar la situación de los más desfavorecidos. Entre las preocupaciones de este misionero vasco está atender a miles de huérfanos a causa del SIDA, crear una alternativa para las mujeres que recurren a la prostitución o mejorar el entorno para aprovechar los recursos que la tierra ofrece.




martes, 15 de febrero de 2011

Cucú



"La tarea que se te enfrenta nunca será tan grande como la Fuerza que te empuja a llevarla a cabo"

Es bueno encontrar un dicho así, en momentos como éste (¡y más, viniendo de África!)






Nota de Bo Beatriz: Sé que hace tiempo que no escribo por aquí (y no precisamente, porque no tenga nada que compartir....casi más bien tengo "demasiado" que contar) Echo de menos poner por escrito mis aventuras y desventuras y saber que alguien puede leerlas. De alguna forma, cuando las pongo por escrito todo parece menos grave y la alegría, se multiplica. También, me clarifica, me ordena y prioriza todo ese mejunje que suele dar vueltas dentro de mí.

Os mantendré al tanto, lo prometo, y si no, pensad (al menos) que detrás de cada entrada que subo hay una pirata a la que el corazón se le mueve, salta, se apena, vibra, y busca con todo su ahínco... a Dios y  a LA MISIÓN.

lunes, 14 de febrero de 2011

La Revolución Blanca


Prevista, preparada, planificada, anunciada, esta revolución es el resultado de un largo camino, de una larga gestación. Y aquí, la primera cuestión que se nos plantea a cada uno de nosotros: ¿Quièn está detrás de esta sublevación? ¿Quiénes son los verdaderos protagonistas? ¿Los Hermanos Musulmanes? ¿Irán? ¿Estados Unidos?  ¿Occidente? Éste u ¿otro Agente extranjero?.. ¿O, sencillamente, el mismo pueblo egipcio – un pueblo que ha sufrido demasiado – un pueblo que ya no aguantaba más el vivir aplastado, explotado, golpeado  y que ha estallado de un solo golpe?

 El pueblo… pero ¿qué pueblo? No la masa que ha vivido siempre en el miedo y en la sumisión... Sino una categoría bien precisa: los jóvenes...

¡Sigue leyendo en el enlace!
 

viernes, 11 de febrero de 2011

Ayuno voluntario



El Día del Ayuno Voluntario es una de esas ocasiones que demuestran que hacer algo desde aquí por los más necesitados no es tan difícil; se trata de un pequeño gesto que constata que no podemos ni debemos olvidarnos de todos los que pasan hambre TODOS los días.

En 1963, Manos Unidas instauró el Día del Ayuno Voluntario como la jornada en la que, de manera simbólica, los españoles podrían mostrar su solidaridad con los millones de personas que ayunan a diario por obligación.

Desde entonces, cada segundo viernes del mes de febrero, durante generaciones, son muchos los españoles que se han apuntado a ese pequeño gesto tan simbólico como cargado de sentido: un café menos puede haber significado una vacuna para un niño enfermo; una comida menos quizá haya supuesto una mosquitera para paliar la transmisión de enfermedades infecciosas… Y lo mismo con las meriendas o las cenas convertidas en una potabilizadora, en un pozo, en material escolar o en equipos para dispensarios.

“Su mañana es hoy”

En cuanto a la campaña “Su mañana es Hoy”, la presidenta de Manos Unidas señaló que decenas de miles de niños menores de cinco años mueren cada día por causas prevenibles, asociadas a la pobreza, un dato “escalofriante” que, a su juicio, “debería hacer bajar la cabeza de vergüenza a todos los que, de una u otra manera, tienen en sus manos terminar con esta injusticia”.

“Lo triste e indignante, añadió, es que algunos de los que la bajan, no lo hacen por vergüenza, sino porque no quieren ver… Y eso es lo que queremos denunciar en esta campaña: la falta de voluntad para acabar con un problema lacerante”.
“En Manos Unidas, continuó, sabemos que, en la medida en que consigamos reducir los niveles de pobreza, analfabetismo, enfermedad y desnutrición, estaremos sentando las bases para reducir muchas de las causas de la mortalidad infantil”.


Un desafío que nos compete a todos

“Es difícil luchar cuando solo tenemos humanidad y deseo de ganar… Pero se hace”

Por su parte, la hermana Mª Damaris García, costarricense con más de 15 años al lado de los más necesitados de Benín, señaló que hace años, cuando 189 países decidieron reducir la tasa de mortalidad infantil parecía que era algo que se podía lograr. Sin embargo, lamenta “algunos siguen exactamente igual que cuando se pensó que esto se podía cambiar”.

Damaris García, fue aún más lejos al afirmar que no se debería hablar de una reducción de la mortalidad infantil sino de acabar con esa muertes de niños por causas prevenibles. “Reducir la mortalidad infantil es un desafío que nos compete a todos y cada uno de nosotros” afirmó. Y, casi como lanzando un reto, la misionera costarricense apremió a la acción: “TODOS podemos asumir este objetivo como un desafío. Es un desafío para ti, para mí, para todos”.

Y refiriéndose a su labor en Benín, donde atiende cada día casos de niños víctimas de la enfermedad, la desnutrición y la pobreza, comentó que “vale la pena que nos identifiquemos con la lucha por la vida. Ver a un niño sonreír es un empujón para seguir trabajando”. “Muchas veces es difícil combatir cuando lo tenemos todo en contra. Es difícil luchar cuando solo tenemos humanidad y deseo de ganar… Pero se hace”, aseguró.

“Yo, cada día veo niños que sueñan con que su plato se llene”, dijo recordando el plato que aparece en el cartel de la campaña de Manos Unidas. “Hay muchos niños que ni siquiera saben lo que es un plato para comer”.
Finalizó la hermana con un llamamiento al pueblo español: “No nos dejen solos, suplicó. Queremos triunfar pero tenemos que hacerlo juntos "

Puedes seguir leyendo en la página de Manos Unidas

domingo, 6 de febrero de 2011

La historia de Candance



"Candance es originaria de la República Democrática del Congo, tiene 19 años y vive en Salé, ciudad vecina a Rabat. Como tantos inmigrantes procedentes del África subsahariana, Candance se topó de bruces con la muralla que Europa tiene construida a su alrededor y agotadas sus fuerzas y recursos se quedó estancada en Marruecos, un país que no la quiere, en una etapa mas de su desesperado viaje..."

Puedes seguir leyendo la historia de Candance en el blog "Crónicas contra el olvido" de Médicos sin Fronteras

Ella Fitzgerald en el cielo


Le rezaba a Dios,
le rezaba ardientemente,
para que hiciera de ella
una feliz chiquilla blanca.
Y si ya es tarde para esos cambios,
pues al menos, mi Señor, mira cuánto peso
y quita de aquí como poco la mitad.


Pero el misericordioso Dios dijo No.
Simplemente puso la mano en su corazón,
le miró la garganta, le acarició la cabeza.
Y cuando todo haya pasado —añadió—,
me llenarás de júbilo viniendo a mí,
mi alegría negra, mi tonel cantarín.


Wislawa Szymborska


Aquí estoy

Giusi, el día de su entrada oficial al postulantado


¡Hola a tod@s!

Me llamo Giusi, vengo de Italia y estoy aquí en Granada desde casi tres meses para empezar con las Misioneras Combonianas el camino del postulantado.

No ha sido fácil llegar a esta decisión. Como el joven rico, a la pregunta de Jesús de dejarlo todo para seguirlo… no supe contestar con prontitud… imagino los ojos de Jesús que me miraron con tristeza pero siempre con mucho amor esperando que aquella semilla plantada en mí hace años pudiera brotar y madurar. En el período de discernimiento Dios me ha preguntado de renacer en el profundo con RESPONSABILIDAD con lo que soy y que tengo, consciente de algunos límites como la pereza que me hace en la mayoría de los casos apoltronarme sin comprometerme la vida por algo que vale, el miedo de perder todas las certezas y la prisa de creer que ya los sabes todo. Al final me he arriesgado, consciente de ponerme en las manos de Dios .

En el Antiguo Testamento Dios pregunta a Adán: "¿Dónde estás? …Ésta es la pregunta que hace Dios a cada uno de nosotros. Me gusta pensar que en lo más íntimo de nuestro corazón a aquella pregunta un poco extraña, hemos contestado “HEME AQUÍ” para unir nuestros deseo con los sueños de Dios! Entonces:

HEME AQUÍ … como María por alegrarme porque soy preciosa a los ojos de Dio;

HEME AQUÍ … para imitar María en el acoger con alegría Cristo en mi vida;

HEME AQUÍ … lista para ir en las calles del mundo difundiendo la esperanza;

HEME AQUÍ … como María a no temer si Dios me revoluciona la vida .. sino a abrirle las puertas;

HEME AQUÍ … contigo mi Dios a transformar el Evangelio en vida.

Loreta, Anna y Giusi, postulantes, en la comunidad de Granada

jueves, 3 de febrero de 2011

"No los abandonaremos jamás”



“Algunas de nosotras han vivido prácticamente toda su vida en Egipto. Este es nuestro país, y los egipcios son nuestro pueblo. No los abandonaremos jamás”.

Lo dijo la Hermana Carmen Herrer, superiora provincial de las misioneras combonianas en Alejandría a la MISNA, que la contactó por teléfono. Desde hace días se está produciendo un auténtico éxodo de los extranjeros presentes en el país.

“La ciudad de Alejandría tiene una forma alargada junto a la costa. Nuestra casa está situada al este, mientras la mayor parte de los enfrentamientos se produjeron en el centro. También hubo saqueos y hurtos aquí, por lo que los jóvenes del barrio se organizaron en comités para garantizar el control y la seguridad”, agrega la superiora de las cerca de 40 misioneras combonianas: “No nos sentimos aisladas, sino protegidas por nuestra gente”.

También desde El Cairo, los misioneros manifiestan su “solidaridad con el pueblo egipcio” y que, a pesar de que hay temores fundados de que “la situación degenere ulteriormente” , confirman que no dejarán el país.

martes, 1 de febrero de 2011

La mujer africana se merece el Nobel


 Una campaña a nivel mundial que parte de CIPSI, una ONG italiana, y que busca reconocer la labor diaria de todas las mujeres africanas en la reconstrucción de sus países a través de su compromiso social, político y personal. Sin las mujeres, África no amanecería cada mañana.

Desde nuestro pequeño blog, apoyamos firme y entusiastamente esta campaña que pone sobre la mesa el inmenso valor que las mujeres tienen en el continente africano.

¡El próximo Nobel de la Paz...para las mujeres africanas!

¡Nuevas misioneras!

 Gozo indecible, gratitud, asombro...


Gozo indecible, gratitud, asombro…nos parece imposible describir lo que llevamos en el corazón. Pero vayamos con orden… Llega el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada, día tan deseado y esperado en el que Dios nos consagra a Sí para la misión en el Instituto de las Hermanas Misioneras Combonianas! El corazón está ansioso y temeroso al mismo tiempo pero sereno: ansioso y temeroso porque conocemos nuestra fragilidad pero sereno porque hemos vislumbrado algo de Su Amor!!! Sentimos la protección especial de Maria y de Comboni!

La iglesia de San Basilio de Milano está atestada de parroquianos que nos han acompañado con afecto durante el tiempo del noviciado. ¡Alegría grande, de El Salvador han llegado una hermana de Azucena y dos sobrinos! ¡Estamos todos!

Entramos acompañadas por nuestros familiares cada una con una lámpara encendida. Recuerda la luz de Cristo que recibieron nuestros padres el día de nuestro Bautismo. Otros signos bautismales acompañarán la celebración para recordarnos que la Consagración es un compromiso de vivir con radicalidad el Sacramento del bautismo. ¡La inmersión total en el Amor de Dios!

La celebración, muy intensa y participada, fue presidida por el p. Lino, misionero comboniano superior de la Comunidad de Milano. Con él estaban otros padres combonianos y sacerdotes de la Comunidad Pastoral. Presentes también muchas Hermanas Combonianas, que después de nuestro SI, renovaron los votos. Nos recuerdan la ‘heredad santa’ de nuestra Congregación hecha de fidelidad, pasión y sacrificio. Nos sentimos acompañadas también de toda la Familia Comboniana esparcida por el mundo y en modo especial por las Hermanas ancianas y enfermas.

P. Lino nos advierte que ‘ahora vivir es Cristo’ y que, como María y nuestras Hermanas, estamos llamadas a generar Vida!

Pronunciamos con alegría nuestro SI al Señor, recibimos el crucifijo y la Regla de Vida…una ALEGRÍA PROFUNDA se enraíza en nuestro corazón: ser suyas para siempre es un DESEO INCONTENIBLE que nos arde por dentro: comunicar a todos, especialmente a los más pobres y abandonados, ¡Su Amor!

Gracias, Hermanas queridísimas, por haber creído con Él en nuestra pequeñez en estos primeros años de camino y continuad a acompañarnos con vuestra oración y con vuestra entrega sin escatimar nada a El y a los más pequeños en el espíritu de S. Daniel Comboni!

Sor Azucena Guadalupe Cerón Escobar (El Salvador)

Sor Marianna Santin (Italia)

Sor Silvia Sartori (Italia)

Lo hemos compartido en Suore Missionare Comboniane 

Escucha...Experiencias de Vida


Sor Lucie Tokoyo Buna, originaria de Tadu, en la provincia oriental de la República Democrática del Congo, es una misionera comboniana que regresa del Brasil donde ha trabajado 9 años.Aquí os transcribimos la entrevista que le hicimos:

  • Sor Lucie, ¿cómo ha nacido su vocación?
Al principio ha sido seguramente el contacto con las Misioneras Combonianas que dirigían la parroquia de Tadu. En Isiro, donde fui a continuar mis estudios, conocí allí también a las Misioneras Combonianas. Me atraía su vida, la coherencia, la donación total de Comboni, que se resumen en las palabras “Salvar a África con África”. Me quedé muy impresionada por su empeño en rescatar a los esclavos, educarlos y hacer de ellos los protagonistas del anuncio del Evangelio y de la promoción humana en África. En la parroquia de Santa Ana de Isiro, en contacto con las hermanas combonianas, comencé mi camino vocacional en su Instituto...Y esto contra la voluntad de mis padres.

  • Después de sus años de preparación, ¿partió para la Misión?
Sí, fui enviada al Noroeste de Brasil, en la región de Rondonia, en la ciudad de Cacoal. Es una ciudad cuyo mártir es el P. Ezechiele Ramin, misionero comboniano, asesinado en el 1985 por lo sicarios de los latifundistas porque defendía el derecho de las personas a disponer de la tierra para cultivarla y vivir. Las personas se asombraban de ver a una africana entre ellos. A mi llegada, para sustituir a una Hermana, me confiaron la responsabilidad del Centro de Formación pastoral, a nivel diocesano. Mi servicio comprendía también la catequesis, la liturgia, la pastoral de los encarcelados, etc.….

  • ¿Ha tenido dificultades en esta nueva realidad?
La primera dificultad ha sido, naturalmente, el estudio de la lengua. Se necesita tiempo y paciencia para aprenderla bien. Con frecuencia los anuncios son entusiasmantes, podéis encontrar libros y métodos con títulos como “el portugués en 10 lecciones” o “el portugués sin fatiga”.No siempre es verdad, ¡para aprender bien una lengua hay que fatigar! 

Otra dificultad inicial ha sido la de la organización pastoral, que es completamente diferente de la nuestra, en la RDC. En Brasil es la Conferencia Episcopal la que hace el programa pastoral y da los temas y las directivas que todas las parroquias deben seguir. Al principio yo no he podido participar a algunos cursos de iniciación dado que la parroquia tenía 62 comunidades en la selva yo, me he encontrado directamente sumergida en la pastoral y he tenido que aprender a desplazarme en moto.

  • ¿Cuáles son las realidades brasileñas que la han impactado más?

Desde mi primer largo viaje de dos días y dos noches en autobús desde San Pablo hasta Rondonia, he estada impactada por el hecho de que todos los terrenos de la carretera están delimitados y cerrados con alambre de púas. para señalar que son propiedad privada. Durante estos viajes existe el riesgo de caer en emboscadas por obra de los bandidos. Esto me ha sucedido una vez. Nuestro autobús fue bloqueado y llevado a la selva donde los bandidos nos han cogido todo los que llevábamos. Las personas, están con frecuencia, armadas y una pelea o una simple injuria puede desencadenar violentas disputas.


Otra realidad y esta mucho más bella, es que la población brasileña es un verdadero entresijo de razas. Mirándome, la gente pensaba si sería una religiosa brasileña. Digo esto porque la presencia afro – brasileña (los descendientes de los esclavos venidos de África) es muy fuerte. Las personas se organizan para defender sus derechos, para exigir cambios. Las mujeres saben organizarse, ser solidarias y unidas, defender sus principios, mejor que los hombres. Nuestra Iglesia en la RDC está, sin duda inspirada en la vivacidad de la Iglesia brasileña: Pensamos en modo particular a las CEVB( comunidades eclesiales de base). 

El Brasil tiene una gran experiencia en este campo. Las CEVB brasileñas hoy animan también la concientización de los derechos humanos sobre todo cuando atañe al bien común, por ejemplo la tierra, la defensa de las comunidades indígenas, etc …Las personas comprenden que salvar la naturaleza es salvar la vida de la humanidad y el futuro de la nación, y para esto se forman y se informan sobre diversos aspectos y fines, y luchan junto a las asociaciones: Escriben opúsculos, organizan encuentros, proyectan películas, para informar a la población sobre los bienes y las riquezas de sus lugares. Se ponen en guardia contra ciertas multinacionales, sobre la privatización. No hay que esperar, porque cuanto más se espera, más serán irreparables los daños.


También lo hemos leido en Suore Missionare Comboniane

La reconstrucción de Sudán



El obispo de Rumbek, comboniano, tiene claro que para reconstruir Sudán es necesario perdonar y sanar los interminables años de guerra.

Puedes seguir leyendo la noticia, aquí.


La Paz no sacrifica a nadie



“Luchar por la paz significa no sólo oponerse a la guerra o tomar una posición pacifista simple; sino tomar una posición integral que, pasando por cuestionar al sistema capitalista neoliberal, nos interpele también en la justificación de la violencia, como si fuera ésta el único camino para enfrentar la injusticia. Al reflexionar seriamente la posición del propio Cristo, que proclamó su mandamiento nuevo de amar al prójimo como él nos amó y de amar inclusive a nuestros enemigos (Mat. 4, 38-48; Luc. 6, 27-35), se concluye que es la no-violencia activa, la real alternativa para construir una sociedad donde quepan todas y todos, sin que se tenga que sacrificar a nadie para conservar la paz y el orden”.

Monseñor Samuel Ruiz

Un profeta latinoamericano




Extracto de una entrevista concedida por monseñor Samuel Ruiz García (SR) a Mauro Castagnaro (P), publicada en el número de junio-julio del 2000 de la revista ‘Popoli’, publicación mensual de los Jesuitas. Monseñor Ruiz –obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, en Chiapas, México– falleció antes de ayer a los 86 años de edad.

  • P. Monseñor Ruiz, uno de los puntos centrales de su acción pastoral ha sido su relación con los indígenas. ¿Cuáles son los motivos profundos de las dificultades que la Iglesia encuentra aún hoy en este campo?
SR. En América Latina enfrentamos cuestiones que ya se vivieron en los primeros tiempos de la Iglesia. De hecho, el primer problema que la Iglesia encuentra es el de los convertidos del paganismo. Muchos de los que provenían del judaísmo sostenían que los paganos primero debían adherir a la ley de Moisés y luego, a través de ella, volverse cristianos, porque la promesa había sido hecha al pueblo judío. Pedro y Pablo tomaron posiciones diferentes sobre este tema. Pablo subrayó la superación de la ley mosaica, en una discusión profunda y no sin tensiones. El primer concilio de Jerusalén dio indicaciones para resolver el problema. San Pablo decía: “Dios ha permitido que cuantos no recibieron la revelación de Cristo hayan conocido una presencia salvífica de Dios, para que Él pudiera convocarlos a formar el nuevo pueblo de Dios como pueblo formado por todos los pueblos de la tierra”. Por lo tanto, el nuevo pueblo de Dios no corresponde a un grupo étnico, lingüístico o cultural. Sin embargo, la Iglesia no asumió con plena conciencia esta experiencia.

La inserción del Evangelio en el imperio romano hizo surgir una cultura grandiosa, la occidental o ‘occidental cristiana’. Cuando los misioneros partieron hacia China o América Latina, fueron ir a “occidentalizar”, más que a evangelizar. En nuestro continente no hubo un encuentro entre el cristianismo y las religiones precolombinas, porque se pensaba que estas eran obra del demonio y la acción misionera una tarea llevada a cabo entre las sombras de la muerte y las tinieblas del pecado. Los misioneros, convencidos de que “fuera de la Iglesia no hay salvación” (una interpretación equivoca de San Ireneo), forzaron la conversión de los indígenas y destruyeron todo lo que estaba relacionado con los cultos tradicionales. Se comparaba a la Iglesia con el arca de Noé, recordando que sólo las parejas de animales que subieron a ella se salvaron del diluvio, pero olvidando que los peces no murieron, a pesar de no haber encontrado refugio allí.

En América Latina no hubo ningún diálogo. La mayor parte de los indígenas abrazó el cristianismo bajo la amenaza de los soldados invasores. En el mismo momento en que conocieron el contenido del Evangelio, fueron obligados a aceptar la cultura “occidental cristiana” como el único medio para expresar su fe.
  • P. Luego llegó el Concilio Vaticano II...

SR. Allí aparecieron los primeros signos de un cambio. Fueron sobre todo los obispos africanos los que solicitaron orientaciones para resolver las dificultades de la acción misionera relacionadas con las ciencias antropológicas y sociales. Luego, en un encuentro promovido por el Departamento de Misiones del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en preparación a la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se llevó a cabo en Medellín en 1968, una presentación del sociólogo Volmatoff, explicaba cómo la evangelización llevada a cabo usando los parámetros culturales occidentales, contribuyó a la destrucción de las culturas nativas. 

Por ejemplo, cuando algunos misioneros llegados a una zona salvaje de la Amazonía Venezolana, hallaron una comunidad indígena que vivían desnudos, quedaron escandalizados y lo interpretaron como un indicio de baja moral. Obligaron por lo tanto a los indígenas a llevar vestidos que hicieron llegar a ese efecto, pero que se convirtieron en un mortífero canal de transmisión de virus, reduciendo la comunidad a la mitad y constituyendo un obstáculo a la comunicación que antes se producía por medio de pinturas en la piel.
  • P. Desde allí comenzó el camino pastoral de su diócesis.

SR. En nuestro continente jamás existió lo que el Concilio llama “Iglesia autóctona”, es decir, la encarnación del Evangelio en la cultura de un pueblo a partir del reconocimiento de lo que hay de revelación de Dios en ella. En este momento, en que los indígenas surgen como sujeto de su propia historia, adquiere gran importancia el hecho de que puedan hallar un cristianismo encarnado en sus culturas o recuperar una religión que no les impone una esquizofrenia. Esto hace urgente el surgimiento de iglesias autóctonas en el continente.

Ese es el camino que tomó nuestra diócesis. Ahora tenemos 18.000 catequistas indígenas. 502 diáconos indígenas, todos ellos casados excepto dos. La Santa Sede está un poco preocupada por este elevado número, pero es fruto de 40 años de trabajo, y si en Chicago hay 200, en nuestra diócesis hacen falta muchos más porque es muy extensa y para permitir realmente el surgimiento de una Iglesia autóctona. Nosotros esperamos tener pronto sacerdotes, y más adelante obispos indígenas.

Lo hemos leido en MISNA , la agencia internacional de noticias misioneras.
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